No prestaremos atención a historias derrotistas, pondremos
especial interés en empaparnos de cosas alegres que nos hagan sonreír. Haremos
una larga lista escribiéndolo en un papel, sobre cosas que deseamos, cosas que
nos gustan y nos hacen felices, la leeremos siempre que nos encontremos un poco
bajos de ánimos.
Cuando surja alguna dificultad o problema, no debemos
regocijarnos en ello, solo nos centraremos en la solución, la visualizaremos y
llegara sola.
Nosotros atraemos todo aquello que pensamos, así que debemos
dirigir nuestros pensamientos, los filtraremos desechando los de baja energía y
en su lugar pondremos el pensamiento más positivo que se nos ocurra.
Si en un momento determinado nos está costando quitar de
nuestra mente los malos pensamientos, debemos distraernos con algo que aleje
nuestra atención de la negatividad. Por ejemplo, nos bajaremos de Internet unos
mándalas y los imprimiremos, pasando a pintarlos con alegres colores, nos
relajará y alejara de nuestra mente los
pensamientos nocivos.
Todo lo que llega a nuestra vida, lo atraemos nosotros,
somos imanes y el universo es electromagnético, eso quiere decir que todos
tenemos magnetismo, así que debemos concentrarnos en lo que realmente deseamos
no en lo que no deseamos, por que es lo que atraeremos.
Sabiendo esto, ha llegado el momento de ser nosotros los que
dirigiremos nuestros pensamientos, es decir nuestra vida, llevándola hacia donde
de verdad queremos llegar, a conseguir nuestras metas.
“En donde hay alegría, hay creación.
Cuanto más rica es la
creación,
Más profunda es la alegría.”
HENRI BERGSON.
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